Los excluidos según la teoría de las Constelaciones Familiares representan a aquellos miembros de la familia a los que consideramos que son malos y también a los que les tenemos miedo porque creemos que son peligrosos.
Si no tenemos en cuenta a los excluidos, más tarde, alguien se verá obligado a imitar y representarlo en su vida, sin ser consciente de ello. Esta relación inconsciente es lo que se llama implicación.
Cuando se excluye a algún miembro en la familia, nos encontramos más adelante con niños que se comportan de modo extraño, que están en peligro de suicidio o que se vuelven adictos pueden estar implicado con una persona excluida.
Sólo se los puede ayudar si ellos y otros de la familia vuelven a poner ante su vista a la persona excluida y la reintegran a la familia y en su propio corazón.
Quienes habían apartado la mirada, han de mirar finalmente. Y aquellos que estaban enfadados con alguien o lo rechazaban, se han de dirigir a él con amor y volver a acogerlo en la familia.
En todas las familias existe una consciencia colectiva, arcaica que está sometida a órdenes importantes para la supervivencia y la cohesión del grupo.
Al incluir al excluido se cumple con el orden de pertenencia que dice: todo aquel que forma parte tiene el mismo derecho de pertenencia.
El orden de jerarquía responde a una ley que exige que los que han pertenecido antes a la familia tengan prioridad sobre los que han llegado más tarde.
Cuando los niños tienen la osadía de asumir algo por sus padres, infringen esa jerarquía.
Por amor ciego dicen: "Yo me hago cardo de eso por ti". "Yo lo hago por ti". "Yo enfermo por ti". "Yo muero por ti".
Cuando los padres asumen su propia conducta e implicación y la soportan sólos, el hijo queda libre sabiendo que ya no necesita hacerse cargo de algo que les atañe a otros.
Si se quiere ayudar a niños difíciles, hay que mantener a la vista y en la comprensión interior estas dos leyes.
Cuando actúan fuerzas mayores que tienen que ver con los excluidos, miramos al campo espiritual al que pertenece y miramos también al excluido. Ellos miran al excluido con amor y nosotros, en lugar de mirar sólo a los niños, miramos adonde ellos miran. En esto consiste el movimiento curativo.
Tratar a los niños con terapias y medicamentos, como si no estuvieran bien, es no comprender que en realidad, los niños con sus síntomas y malos comportamientos están haciendo algo por sus mayores. Esto es pedagogía sistémica.
EL ORDEN SIEMPRE SIGNIFICA QUE SE INTRODUCE ALGO DEJADO AL MARGEN.
Bibliografía: Felicidad que permanece. Bert Hellinger. Ed. rigden institut gestalt
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| Representación del excluido Constelación Familiar individual |
Si no tenemos en cuenta a los excluidos, más tarde, alguien se verá obligado a imitar y representarlo en su vida, sin ser consciente de ello. Esta relación inconsciente es lo que se llama implicación.
Cuando se excluye a algún miembro en la familia, nos encontramos más adelante con niños que se comportan de modo extraño, que están en peligro de suicidio o que se vuelven adictos pueden estar implicado con una persona excluida.
Sólo se los puede ayudar si ellos y otros de la familia vuelven a poner ante su vista a la persona excluida y la reintegran a la familia y en su propio corazón.
Quienes habían apartado la mirada, han de mirar finalmente. Y aquellos que estaban enfadados con alguien o lo rechazaban, se han de dirigir a él con amor y volver a acogerlo en la familia.
En todas las familias existe una consciencia colectiva, arcaica que está sometida a órdenes importantes para la supervivencia y la cohesión del grupo.
Al incluir al excluido se cumple con el orden de pertenencia que dice: todo aquel que forma parte tiene el mismo derecho de pertenencia.
El orden de jerarquía responde a una ley que exige que los que han pertenecido antes a la familia tengan prioridad sobre los que han llegado más tarde.
Cuando los niños tienen la osadía de asumir algo por sus padres, infringen esa jerarquía.
Por amor ciego dicen: "Yo me hago cardo de eso por ti". "Yo lo hago por ti". "Yo enfermo por ti". "Yo muero por ti".
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| Constelación Familiar individual |
Si se quiere ayudar a niños difíciles, hay que mantener a la vista y en la comprensión interior estas dos leyes.
Cuando actúan fuerzas mayores que tienen que ver con los excluidos, miramos al campo espiritual al que pertenece y miramos también al excluido. Ellos miran al excluido con amor y nosotros, en lugar de mirar sólo a los niños, miramos adonde ellos miran. En esto consiste el movimiento curativo.
Tratar a los niños con terapias y medicamentos, como si no estuvieran bien, es no comprender que en realidad, los niños con sus síntomas y malos comportamientos están haciendo algo por sus mayores. Esto es pedagogía sistémica.
EL ORDEN SIEMPRE SIGNIFICA QUE SE INTRODUCE ALGO DEJADO AL MARGEN.
Bibliografía: Felicidad que permanece. Bert Hellinger. Ed. rigden institut gestalt


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