sábado, 11 de octubre de 2014

Sesión de terapia para tratar la ansiedad. Cómo tratar la ansiedad en terapia psicológica y en Constelaciones Familiares

En todos los casos en los que nos encontremos con pacientes que presenten síntomas debemos preguntar, antes que nada, por el diagnóstico médico.
Una vez que conozcamos la opinión del médico de cabecera y los especialistas, pasaremos a realizar un diagnóstico psicológico riguroso para saber si el tratamiento que aplicaremos debe quedar exclusivamente en nuestras manos o contar, al mismo tiempo, con el tratamiento de un psiquiatra.

La ansiedad, representa al igual que otras emociones, mecanismos que permiten al ser humano reaccionar ante situaciones que ponen en peligro su existencia.
Podemos decir que, en este sentido, constituye algo normal.
Cuando la angustia se manifiesta juntamente con otros síntomas, forma lo que se denomina el Trastorno de ansiedad.
Deja de ser un sólo síntoma para conformar un cuadro patológico. 
Así nos encontramos que la angustia está presente en las fobias, ataques de pánico (panic attacks), agorafobias (miedos a los espacios abiertos), claustrofobias (miedos a los espacios cerrados), pánico escénico (miedo a hablar en público), trastorno de ansiedad social ( miedo al contacto con los otros), Toc (trastorno obsesivo compulsivo), etc.

La angustia patológica difiere del estado de angustia en varios aspectos:
- Frecuencia
- Intensidad
- Duración
- Características de los estímulos
- Grado de malestar
- Consecuencias para la vida cotidiana

El estado de angustia tiene una frecuencia esporádica.
Puede surgir ante un suceso concreto, poco corriente o no esperado.
Hablamos de ansiedad normal cuando es leve o poco intensa y dura el tiempo necesario para que la reacción y adaptación al problema se realice. 
Una vez se logra la acomodación al hecho que genera la angustia, ésta desaparece o cambia por otro síntoma o reacción.
Estados de angustia normales pueden ser los que tienen las personas que temen a las arañas o a los perros, quienes se desestabilizan ante el acercamiento de la fecha de pagar a Hacienda o las mujeres que presentan síntomas ante la llegada mensual de la regla, por citar algunos ejemplos.
En estos casos, la presencia cercana o la simple evocación del elemento que les incomoda puede provocar en ellos de manera instanténea, el síntoma, por lo tanto, vemos que los estímulos que la generan son conocidos y previsibles. Esto permite saber qué detonantes generan angustia y cómo hacer para evitarla.
Generalmente, la angustia es tolerable y no impide que la persona pueda realizar una vida normal ya que es pasajero y de escasa duración, intensidad y molestia.

La ansiedad patológica tiene más duración más prolongada. Se presenta muy seguidamente con mucha fuerza y en períodos que pueden durar varias horas, días y meses, con una respuesta desmesurada al peligro, de manera que impide tener una vida normal.

Los síntomas que se pueden dar a nivel somático son:
. Temblor en las manos o en las piernas
. Palpitaciones o trastornos del sistema cardíaco
. Sudoración excesiva
. Contracturas
. Necesidad de comer, beber, fumar o trabajar más de la cuenta
. Ganas de vomitar
. Realización de tareas una tras otra sin descanso
. Trastornos en el sueño

A nivel intelectual:
. Pensamientos obsesivos
. Negatividad
. Shocks o estados de ausencia

A nivel relacional:
. Verborragia
. Dificultades para poder expresarse
. Preocupaciones excesivas
. Reacciones agresivas
. Respuestas inapropiadas a las situaciones

Existe una escala que permite establecer qué tipos de síntomas sufre una persona que padece ansiedad: la escala de Hamilton.
En ella se especifican los síntomas cardiovasculares, respiratorios, gastrointestinales, genitourinarios, neurovegetativos, neurológicos, musculares, sensoriales, psicofísicos, intelectualesy mentales subjetivos.

El tratamiento más correcto para la ansiedad no patológica es la psicología cognitiva conductual.
Conjuntamente con este tipo de terapia, podemos aplicar Constelaciones Familiares en los que el síntoma es representado por un participante, si estamos trabajando con un grupo de personas o, por un muñeco, si estamos aplicando Constelaciones Individuales. 
Al mismo tiempo, preguntamos si se trata de una cosa o una persona y en el caso de ser una persona, si es mujer u hombre, joven o mayor.

Como en toda Constelación de síntomas y enfermedades, sabemos que éstos representan la expiación de una culpa o la implicación con un excluido.
Al preguntar si se trata de algo o alguien, vamos directamente a buscar aquello que hace sentirse culpable o aquel a quien se ha dejado fuera.

Recuerdo el caso de una paciente que necesitó poner más de veinte muñecos para los representantes de su sistema, entre ellos, uno para su ansiedad, que era el tema de la sesión y el problema que le preocupaba.
Cuando queda expuesta la Constelación Familiar, siento que el síntoma tiene que ver con el primer amor de la madre y escribo estas palabras en un papel, sin que la paciente lo vea: Primer amor de la madre.
A medida que la Constelación se va desarrollando, voy corroborando que la ansiedad, en esa sesión, tiene que ver con un excluido, hecho que confirmo cuando sale a relucir la relación frustrada de su madre con un primer amor.

Algo curioso para mí como consteladora, era el hecho de que en esta Constelación, no sólo se daba lugar a un excluido sino a varios y al mismo tiempo, también se ofrecía la oportunidad de expiar una culpa.
Un acontecimiento importante ocurrido en la familia, fue la negativa del padre de la paciente de permitir a su esposa, ver a sus propios padres cuando en la época de guerra éstos pasaban hambre. El temor del padre era que ella les pasara comida.
Esta prohibición provoca en la esposa un gran dolor porque se le impidió que los visitara y que cuidara de ellos.
Los abuelos maternos, aquí excluidos, también intentaban hacerse presente a través del síntoma reinvindicando se considere su pertenencia al sistema a pesar de su pobreza y necesidad.
La injusticia cometida para con ellos creaba un estado de ansiedad muy grande en el alma de la paciente que le impedía saber exactamente de dónde provenía su síntoma. 

La Constelación Familiar se resuelva dándole un buen lugar al primer amor de la mamá y honrando el duro destino de los abuelos, dejando las consecuencias de dicho dolor en la persona que lo causó: el padre de la paciente.

A través de este emotivo caso, pude constatar que la enfermedad no resignifica a un sólo acontecimiento como la exclusión o exculpación sino que puede hacer referencia a ambos a través de un sólo síntoma. 

Bibliografía:
Wikipedia: Ansiedad
Manual práctico de Constelaciones Familiares. Alejandra Mitnik. Autoedición.

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